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Foto del escritorPaulina Simon T.

Un buen día


Un buen día es cuando me bajo del bus con la funda de compras (compre huevos) y la funda se rompe, pero lo hace con tanto cuidado que alcanzo perfectamente a maniobrar para sostener todo en el aire y que nada se caiga.


En un mal día se hubiera desfondado.


Pero me doy cuenta que yo no tengo ese tipo de días.


Hay algo que me protege (sin importar que tan bajo esté mi ánimo) de esa siguiente etapa, la que implica tener un mal día de verdad.

Que la funda caiga al suelo de nieve y todos los huevos se rompan y las manzanas rueden en la calle.


Tengo suerte y cada que lucho contra mi pesimismo siento que el universo organiza un buen momento de recompensa para mí.


Como hoy que en la calle me río y a todos los que me ven les cuento: Se rompió mi funda, pero nada se cayó!


Muchos días desde que elegí esta vida en un país tan distinto al mío, en el que la funda se rompe o esta a punto de romperse pero nada se cae.


Cuando oigo la frase romantizar la migración algo se revuelve adentro mío. En un país como este, con este clima, no hay nada que romantizar.


En este día cada vez que entre a un lugar con mejor temperatura, llore.


Llore como una reaccion natural de supervivencia. No llore yo, mi cuerpo lloro.


Como un suspiro, como un alivio.


Después de caminar 10 minutos en -32 grados es tanta la adrenalina que cuando llego al sitio caliente me desmorono.


Me toma casi 1 hora entrar en calor y no solo eso sino que mi cerebro se queda en un estado indescifrable. Una mezcla entre confusion, asombro, perdida de neuronas, no puedo pensar con claridad.


Pero sigo llegando a los lugares, sigue sin romperse la funda. Sigo.


¿Hay opción?


¿Podría de pronto desplomarme en la nieve y caer muerta del frío, del susto, del temor de no poder con esta rutina?


El trayecto por la calle me brinda respuestas. Cientos de personas hacen lo mismo que yo, sobreviven el invierno, sobreviven.


Los inmigrantes de todo el mundo. Los homeless, las personas, los conejos, los perros, las ardillas.


El mundo sigue en movimiento, mientras yo intento encontrar el sentido de la vida.


La razón de ser de esta aventura que es bella y dolorosa.


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