(Lo primero que compramos fue el balón de fúbtol)
Yo pensaba que el espíritu era el que se demoraba en llegar cuando te mudabas de país, pero en mi caso el teléfono es el que aún no llega a Canadá. Insiste en estar en el Ecuador y no responde a ninguna app qué intento instalar.
Quiero conducir para Uber Eats y no funciona, enrolarme como personal shopper (le das haciendo las compras a la gente) en Instashoper, no funciona. La app del parqueadero, no funciona. Las apps para rastrear los mejores precios y las promociones en los supermercados, no funcionan; las que son para pagar el transporte público, no funcionan. Cuándo quieres instalarlas te dice: This app is not available in your country (Esta app no está disponible en tu país).
Por suerte la app de google maps y de waze funcionan. El celular, tan necesario y tan inútil a la vez. Sin el celular no hubiera llegado a ningún lugar en el último mes.
Al inicio intenté escuchar la narración en inglés; pero luego me di cuenta que mi cerebro no estaba en capacidad de hacer tantos esfuerzos de aprendizaje al mismo tiempo. O aprendo como manejar en estas carreteras, cruces, vías, exits, o aprendo a diferenciar entre izquierda y derecha en inglés, sobre la marcha, mientras opero la maquinaria.
Muchas veces pierdo los exits. Me paso la calle porque la app se va actualizando sobre el tiempo real de conducción y cuando me avisa que debo virar, ya me pasé. O hago cambios bruscos de carril que siempre me bajan puntos en el historial de conducción que estoy llevando mentalmente antes de presentarme a dar el examen para la licencia canadiense.
Siempre me pregunto cómo hace la gente para ubicarse y sin embargo, todo el mundo lo ha hecho en su momento. Cómo hace la gente para entender el funcionamiento de cada cosa.
Me tomó varios intentos aprender a usar las cajas automáticas de los supermercados, se llama self check out y tu eres tu propia cajera. La primera vez que intenté, la máquina llamaba al administrador después de cada ítem que escaneaba, algo estaba haciendo mal; pero nunca entendí que era y la chica, muy amable, me dijo muchas veces: ¡Don’t worry about it! (¡No sé preocupe!). Pero igual yo estaba mortificada. Luego cuando lo pude hacer sola en Walmart, escaneando todas mis compras sola, incluyendo el peso de los tomates, los limones y demás frutas y verduras, ya me sentí exitosa. De premio me tomé una coca cola de dieta. Es el premio que les doy a mis neuronas cada vez que consigo que algo funcione sin llamar la atención de todo el mundo a mi alrededor. Lo mismo con el pago del parqueo, que se hace en una máquina en la que debes ingresar el código de la calle y la placa del carro. Después de conseguirlo he caminado por la misma calle hablando en voz alta (sola), felicitándome por haberlo logrado. Cada vez que lo logro.
Tantas cosas que no entiendo. Cómo recargar el saldo del celular, que significa “Top up”, pago muchas veces y el saldo sigue en cero. Cómo pagar la tarjeta de crédito, cómo hacer cuando te quedas sin cupo en medio de una compra de ropa de invierno; cómo estar en la calle sin llorar.
Cómo entender todos los trámites que ya debí haber hecho y aún no he empezado. Cómo redactar una hoja de vida que va a ser leída por inteligencia artificial. Cómo saber cuál es la carne molida que no es horrible; cómo saber quién tiene preferencia en un cruce de cuatro carros en el que no hay señal de “Pare” (el de la derecha, es la respuesta. Aunque en la práctica todos paran, nadie se mueve y nunca sabes quien se va a mover primero).
Todo es diferente y aprender sobre lo diferente tiene una incidencia positiva en el cerebro de las personas. El mío hace todo lo que puede; pero a veces necesita una pausa; aprender tanto y guardar la compostura, también me produce una cantidad de ansiedad inesperada. Pero el tren de la inmigración no espera. Esta semana se viene una mudanza más, conseguir colchones, arrendar un camión, comprar un auto propio, encontrar el trabajo para pagar por todas esas cosas, esperar que finalmente mis hijos sean convocados a la escuela. ¿Cómo funcionan las cosas?
Solo por hoy, quisiera no aprender nada nuevo.
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